domingo, 20 de septiembre de 2020

Introducción

 

Este libro es el producto de mi interés por el Teatro comunitario argentino, al que he venido siguiendo y estudiando a partir que, en 1998, tuve la oportunidad de ver, en el Teatro folklórico israelí (IFT) de Buenos Aires, la función del grupo Catalinas Sur. Es también un intento de buscar respuestas a las preguntas que fueron surgiendo a medida que observaba esta práctica teatral difícil de encasillar. Las preguntas a las que pretendo responder en este libro tienen que ver fundamentalmente con  la relación contextual del movimiento de teatro comunitario con la política, la economía y la historia argentina. Junto a ello nos preguntamos además por la construcción de identidades y subjetividades sociales.

 El ensayo se abre con una descripción de este “Otro teatro”, dedicado especialmente a aquellos que no lo conocen, con la intención de que sirva para una mejor comprensión de los capítulos que siguen en los que paso directamente a la reflexión sobre la práctica. Los lectores se van a encontrar con numerosas citas de entrevistas realizadas a los practicantes del teatro comunitario. Esto tiene el propósito de que mis reflexiones no parezcan elaboraciones impuestas a la práctica teatral. Por el contrario, ellas han sido hechas en base al testimonio de sus practicantes y surgidas de la observación de esta práctica con modalidades poco comunes.

Es importante hilvanar la cultura con el contexto político y económico, por eso trato de elucidar los modos en que “lo político” y la política están presentes en el teatro comunitario, tanto en sus productos terminados y en los procesos de creación, como en la organización misma de los grupos. En relación con este tema considero la modificación de la espacialidad urbana que esta práctica cultural ha realizado. Por otra parte, como hoy día es imposible estudiar la cultura sin detenerse en el impacto de la globalización en ella, me interesa identificar las formas en que los grupos de teatro comunitario han reaccionado frente a la situación generada por el capitalismo extremo.

La historia y su recuperación juegan un papel fundamental en las propuestas de la escena comunitaria. Nos preguntamos entonces ¿cómo se recupera la historia escondida tras los recuerdos de la comunidad?  ¿Qué historia es la que se reconstruye y cómo se realiza dicha reconstrucción? En estrecha relación con este tema está el rescate de la identidad y de la subjetividad, que atañe a la pregunta por la posibilidad de sostener este fenómeno cultural como un tipo especial de movimiento social.

La aspiración a la utopía presente, tanto en el discurso teatral como en las declaraciones de los integrantes de los grupos de teatro, obliga a dedicarle un espacio aparte. Para ello, tomo los Derechos Humanos como la idea reguladora que guía la praxis del teatro comunitario; exhibo las denuncias que los grupos realizan respecto de la violación de estos derechos y las formas –especialmente poéticas—en que concretan sus reclamos y expresan el deseo de un mundo diferente. Son las canciones corales de los grupos donde ellos exponen explícitamente los sueños, realizados parcialmente en la praxis teatral y comunitaria. Para que el lector pueda apreciar mejor este aspecto y tenga, aunque sea mínimamente, acceso a la experiencia del teatro comunitario, acompaña al texto un DVD que reúne la música y la letra de algunas canciones. Finalmente este ensayo sostiene la tesis de que los productos de este movimiento teatral deben ser considerados como Arte. Para ello; recurro a diferentes teorías estéticas, especialmente la teoría estética de Theodore Adorno, que propone concepciones del Arte y de la Estética, que avalan dicha conclusión.

 Quizá el aspecto más desafiante de esta investigación ha sido el permanecer “objetiva” frente al fenómeno. Al asistir a las reuniones de los grupos, a las funciones y a los ensayos es difícil no contagiarse del entusiasmo que de ellos emerge. Los grupos transmiten una energía muy poderosa que envuelve a todos los presentes y provoca gran empatía y el deseo de cantar y bailar con ellos. Sin embargo, el paso del tiempo ha obrado a mi favor, pues creo haber logrado distanciarme del fenómeno a fin de que mis emociones interfieran lo menos posible con la escritura.

Quiero enfatizar, de manera especial, que sin el apoyo y la entusiasta colaboración de los integrantes de los grupos y sus coordinadores este estudio no hubiera podido realizarse. No doy sus nombres porque la lista fuera interminable y no quiero arriesgarme al error de una omisión involuntaria. Ellos con sus entrevistas personales y electrónicas, fueron fundamentales para el crecimiento del proyecto, en tanto accedieron a compartir sus experiencias teatrales comunitarias conmigo y a colaborar con el envío y la entrega de materiales. Por último, autorizaron para que, con esta publicación, circulen algunas de sus canciones que han sido compiladas en el DVD que se anexa al libro y que intentan dar al lector una mejor perspectiva del teatro comunitario argentino de fin de siglo. Mi reconocimiento a la Red de Fotógrafos de Teatro comunitario, de manera especial a Patricia Ackerman, Julio Locatelli, Romina Mozorovich, Mario Alberto Siniawski , Oscar Pastorizo, María Alejandra Bujanda, Mauro Nicolás Machuco, Roxana Boyer, Adriana Tettamanzi, Nicolas Gianelli y Cecilia Ali, por la cesión de imágenes y las modificaciones necesarias para su publicación de fotografías en este ensayo. Agradecer además a mis colegas Analola Santana y Alicia del Campo que contribuyeron  a la completitud de la documentación  requerida cuando desde Argentina me era difícil conseguirla; expresar mi gratitud a todos los que compartieron conversaciones e inquietudes durante la escritura de este manuscrito: Juan Villegas, Gustavo Geirola, Lorena Verzero, Simonetta May y Clarisa Inés Fekrnández. Mi reconocimiento y aprecio especial a Carlos Fos, a quién considero un enorme conocedor de la relación entre teatro y política, que con entusiasmo ha acordado escribir el prólogo de este libro.

Finalmente, quiero agradecer  enfáticamente a Ricardo Gómez por su paciencia durante todos estos años en mis ausencias y entusiasmos por seguir los eventos de teatro comunitario, durante las horas y fines de semana dedicados a ello; le agradezco también por su inteligente y minuciosa lectura y las sugerencias y críticas oportunas que están plasmadas en la forma final de este ensayo.

Mi agradecimiento a todos ellos.

Pasadena, 2013

 

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